Dadas mis circunstancias médicas se me ha prohibido ingerir cerveza en las últimas dos semanas, Muchos de ustedes entenderán el fracaso económico que esto representa para las cervecerias. He estado recibiendo infinidad de propuestas e incluso amenazas y como me es imposible beber, las he denegado una, de esta forma sin querer le he hecho un daño a la industria más noble, quienes al no saber que hacer con su mercancía derramaron esta madrugada entre insurgentes y viaducto 50 toneladas de cerveza en un trailer de doble caja para presionarme.
Aunque a los medios se presentó como un accidente, aquí la nota:
El Universal
Pero ahora les digo la verdad y veo con tristeza que la industria es insostenible por si misma y me permito comunicarles públicamente que no pueden depender de mi y mi garganta todo el tiempo.
Aunque por esta vez voy a ceder un poco y flexibilizar mi posición, he mandado un comunicado para que no se tire más cerveza comprometiéndome a ponerme a mano con el excedente de producción que está considerado como mi consumo personal.
Dicho lo anterior me empedaré este viernes.
He dicho.
